jueves, 7 de mayo de 2015

Posada de Artes Kingman

Posada de Artes Kingman



DIRECCIÓN:  Almagro Nº 1550 y Pradera

HORARIO DE ATENCIÓN: Lunes a Viernes de 9: 00 a 13:00 y de 15:00 a 19:00.

TARIFA DE INGRESO: Gratuita.


Es una galerías de arte donde se guardan las más preciosas colecciones del maestro de la pintura en Ecuador, el lojano Eduardo Kingman , nació en la ciudad de Loja (Ecuador), un 3 de Febrero de 1913 y falleció en 1998. Fue hijo de Rosa Riofrío y del doctor Edward Kingman, fue testigo desde pequeño de la realidad de los indígenas, por lo que se inclinó hacia ideales socialistas y por eso los desposeídos, incluidos personajes anónimos de la Costa, se convirtieron en los protagonistas de su vasta producción plástica.

Fue “un pintor predominantemente de temas sociales”, por lo que se identificó con otro género artístico de la época (década del treinta): la literatura y por ello también se hizo amigo de los integrantes del denominado Grupo de Guayaquil.

Las manos fueron la parte del cuerpo más importante para representar en su pintura. Para él significaban fuerza, lucha, trabajo, sacrificio, amor y por eso predominaron en su obra a lo largo de su trayectoria, incluso, le hizo merecedor de varios premios.

Eduardo Kingman está entre los máximos representantes de las artes plásticas ecuatorianas contemporáneas. 

Su casa solía ser la panadería del barrio San Rafael, en el valle de Los Chillos. Allí, el pintor vivió sus últimos 30 años, ya como un artista consagrado. Su muerte se produjo en 1997 y tres años más tarde falleció su esposa. La casa se ha mantenido tal como quedó. 

Algunas obras expuestas, entre esculturas y pinturas, fueron creadas como parte de la colección que decoraba el sitio. 

Una de sus magníficas obras es su hermoso óleo conocido con el nombre de "los Guandos".

En esta galería se exponen sus más imponentes obras entre las cuales vamos a mencionar las siguientes:

  • Amor: Lo primero que evidenciamos es la figura bien moldeada de una mujer "blanca", a la cual dos manos indígenas aparecen atraparla y abrazarla desde la oscuridad proveniente del fondo del cuadro, manos realizadas de una manera cruda y dura, que quizá traten de arrastrarnos hacia un amor casi imposible de un indígena con una mujer blanca en nuestros tiempo que son tan oscuros como el fondo.
  • Mirada hacia el Sur: Obra que cumplió con su finalidad porque puede tenerme inspirado hablando horas y horas de la opresión indígena vivida día a día, simplemente reflejada en unas manos majestuosas que están atadas e impotentes ante las ataduras sociales.
  • Saque de papas : Grupo de indígenas que guiados por el título parecen estar recolectando papas, se evidencia el cansancio por un hombre casi desmayado y la seriedad en la mirada un tanto perdida de todos los integrantes del cuadro, colores un tanto deprimentes pero que reflejan la inspiración de nuestro artista una ocasión más.
  • La hora obscura: Se dice que lo mejor viene al final, y he seleccionado a una obra que parece contener a las anteriores con colores vivos, pero misteriosos reflejados en las máscaras de seres que solamente observan al indígena atado y lacerado desnudo postrado cabizbajo delante de ellos, tal como si fuera un zoológico o una exposición, obra que a una persona común le indigna y llena de rabia ante la situación actual que se vive incluso en nuestra calles.