miércoles, 6 de mayo de 2015

Museo Miguel de Santiago

Museo Miguel de Santiago 


DIRECCIÓN: Guayaquil y Chile

HORARIOS DE ATENCIÓN: Lunes a Viernes 09:00 – 12:30 , 14:00 – 17:00 , Sábados 09:00 – 12:30

COSTO:  Adultos 2,00 , Estudiantes universitarios y adultos mayores 1,00 , niños 0.50.

sala capitular convento Miguel de Santiago
La construcción del convento de San Agustín se inicia a partir de 1580 con planos del Arq. Francisco Becerra, un año después se traslada a Lima, por este motivo se levanta una iglesia provisional. En el año de 1606 Juan del Corral se hace cargo de la construcción de la iglesia definitiva y del convento la cual es concluida en 1650. 

El convento posee en su interior una serie de corredores compuestos por 9 columnas toscanas de capitel dórico, 2 pilastras y 10 arcos de medio punto o peraltados. En cada pared destaca un galería en la que se pueden observar 39 lienzos de los cuales 25 pertenecen a Miguel de Santiago con la técnica Claro-Oscuro en los que se detalla la Vida y Milagros de San Agustín, estos lienzos están basados en grabados editados en Europa y fueron concluidos en 1666, conservándose casi completa la colección. Además encontramos 12 lienzos anónimos atribuidos a la Escuela Quiteña del siglo XVII y 2 lienzos pintados por Luis Cadena, artista quiteño del siglo XIX, él cual se destaca por realizar pinturas de gran tamaño.

El corredor Oriental posee un cielo raso de estilo Mudéjar (implementación de figuras geométricas para decoración), de este techo pende el fruto del pino (piñas) y posee una serie de decoraciones florales y pan de oro. Este estilo decorativo se podía encontrar en los 4 corredores, sin embargo en la actualidad solo se lo observa en el corredor oriental.

El convento posee un solo jardín de estilo colonial con pila central, que fue trabajada en un período de 10 años empezando en 1659. Posee 41 piedras en su base cuadrada y una sola roca da lugar a los platos centrales, se encuentra rematada por una escultura que simboliza los sentimientos agustinos (león = fortaleza, niño = nobleza), el director de la construcción fue el agustino Basilio de Rivera.La obtención de las piedras para levantar casi todo el convento se obtuvo del volcán Pichincha.
  • PRIMERA SALA:
Se pueden observar lienzos de Goribar, De la Cruz, algunos anónimos atribuidos a la Escuela Quiteña y a los alumnos de Miguel de Santiago. Además 4 pinturas del siglo XVIII pertenecientes a Bernardo Rodríguez, en los que plasma a cuatro doctores de la Iglesia, estos santos son: San Gregorio, San Agustín, San Ambrosio y San Jerónimo. La característica de estos lienzos es la espectacular utilización de los colores rojo, azul, blanco y sobre todo el color dorado. Los marcos original que guardan a cada uno de los lienzos han sido completamente restaurados.Encontramos también un estandarte del siglo XVIII de autor anónimo, hecho en lienzo templado y óleo, en el encontramos a Santa Rosa de Lima. Además encontramos esculturas del siglo XVIII de autores anónimos las que se caracterizan por ser talladas en madera, estucadas y policromadas; cubiertas en pan de oro y con ojos de vidrio. Son: San Miguel, San Rafael, El Niño. Para concluir se presenta un Libro Coral del siglo XVIII, elaborado en pergamino, con pinturas vegetales y escritura a mano, posee una pasta de madera forrada de cuero.
  • SEGUNDA SALA:
Encontramos esculturas de los siglos XVII - XIX en las que vamos a notar varias diferencias. En el siglo XVII:  Utilizan mucho pan de oro en la vestimenta, los ojos eran pintados en la escultura, de encarne mate y rasgos físicos ligeramente toscos, especialmente el rostro y las manos. De está manera se presenta a San Pedro. Poseen ojos de vidrio, un encarne más brilloso que era obtenido por el roce de la vejiga del cordero contra la escultura. Los detalles de la anatomía son  mejor terminados que el siglo anterior. Es el caso de Cristo Resucitado y San Gabriel. Mientras que en el siglo XIX: Encontramos tanto ojos de vidrio como pintados en la escultura, esto depende del material de trabajo, pues en algunas ocasiones se emplea el yeso como material base de trabajo. Estas son: San Bernardo y el Niño de Praga.

Una serie de cuadros entre los que destaca uno muy particular: presenta las iniciales de Miguel de Santiago en una de las esquinas inferiores, este cuadro es "La Visita de Cristo a San Agustín". Encontramos también 7 lienzos que hablan de las características y títulos dados a San Agustín.
  • TERCERA SALA: 
En esta sala descansa un Cristo Yacente del siglo XVII traído de España, su característica particular es ser una sola pieza de madera excepto el brazo derecho. Su tamaño es de una persona adulta perfectamente conformada. En la representación de Cristo el dramatismo es más acentuado por llagas púrpuras, rostro expresivo. Los candelabros o tenebrarios son verdaderas piezas de arte, tallados en madera con la representación más simple sobre la muerte: un cráneo y un par de huesos cruzados acompañados de sombreros o bonetes que muestran la antigua concepción jerárquica de Iglesia: sacerdotes (sombrero de 4 puntas), obispo (mitra), cardenal (sombrero cardenalicio), rey católico (corona), y Papa (tiara). Un detalle particular es el uso de espejos en el interior de los cráneos donde la luz proyectada por los cirios los iluminaría, su finalidad es estrictamente funeraria, y su uso exclusivo de la comunidad religiosa. Los tenebrarios, una joya conservada únicamente en este Convento
  • SALA CAPITULAR 
Ubicada en el corredor oriental, es la habitación más grande del convento, tiene 22. 5 m. de largo, 7 m. de ancho y 6 m. de alto. Posee un piso hecho en ladrillo pastelero para decoración elaborado en Quito. El objetivo principal de su construcción era albergar a la Comunidad Agustina, por este motivo la sillería trabajada en madera  de  cedro   negro   al  natural,  se  dispone alrededor de la sala; tiene capacidad de acoger a 150 personas aproximadamente. Este conjunto de sillería presenta al estilo Barroco Español (hoja de acanto, flores y frutos) acompañado de un modelo de concha que muestra a Santiago de Compostela. Antes de su inauguración fue utilizada como Aula Magna de la Universidad de San Fulgencio (la primera del país), en 1586 se dictaban clases de Teología, Filosofía y Bellas Artes. Después de su inauguración en 1741 se la emplea para los Capítulos, (reuniones en donde se organiza el plan de acción comunitaria y elección de los responsables de su ejecución), esta reunión se la realizaba cada 3 o 4 años. Entrando al siglo XIX el 16 de Agosto de 1809 se permite la entrada de personas seglares al convento para firmar las actas de independencia. Para esta reunión se trabajo un acta con los nombres de los personajes reunidos.  Los materiales empleados son: pergamino (cuero de oveja), pinturas naturales, escritura a mano casi siempre en estilo gótico. Uno de los personajes más importantes de aquella reunión fue Juan Pió Montúfar o Marques de Selva Alegre, también se colocó los nombres de sus ministros o secretarios de estado y los representantes de los barrios quiteños de San Roque, Santa Bárbara y La Catedral. 

En el retablo principal denominado Calvario, el cual esta trabajado en madera de cedro cubierto con pan de oro, su estilo es el Barroco Quiteño (implementación de elementos de la naturaleza como hoja de acanto, flores y frutos en abundancia). Se compone de 3 esculturas que son atribuidas a José Olmos “Pampite”, este artista trabaja las esculturas en madera con una delicadeza única, especialmente en el rostro de las mismas. Estas esculturas son: San Juan Evangelista, La Virgen María y un Cristo que muestra un color de piel particular. 
Finalmente tenemos la presencia de un artesonado de estilo mudéjar del cual penden unas representaciones del fruto del pino, posee decoraciones florales y esta compuesto de 48 lienzos anónimos trabajados en el siglo XVIII, que conservan la coloración oscura característica de la Escuela Quiteña. Estos lienzos representan a santos y mártires de la orden agustina presentando hombres y mujeres por separado.