miércoles, 6 de mayo de 2015

Museo De La Defensa Casa de Sucre

Museo  De La Defensa Casa de Sucre 


DIRECCIÓN : Venezuela y Sucre

HORARIOS DE ATENCIÓN: Martes a Jueves  8:30 -16:30 , Viernes 8:30 – 13:00 , Sábados y Domingos 10:00 – 16:30.

TARIFA DE INGRESO:  gratuito 



Es una institución de carácter cultural ubicada en la ciudad de Quito. Está dedicado a la memoria de sus más célebres ocupantes: el mariscal venezolano Antonio José de Sucre, héroe independentista latinoamericano y su esposa, la dama quiteña Mariana Carcelén, marquesa de Solanda y Villarocha. 

En el museo, ubicado en el centro histórico de la urbe, se pueden encontrar objetos personales de la pareja, muebles originales que se ocuparon en las diferentes estancias de la mansión, artículos de uso diario, e incluso mapas y documentos de la época de independencia.

La casa esquinera dónde actualmente funciona el Museo de la Defensa “Casa de Sucre”, conocido en la época republicana, como “La Casa Azul”, tiene un historial que nos lleva a 1714 cuando su propietario el Dr. Sebastián Pérez de Ubillus, dejó en herencia a su sobrino José Carcelén Pérez de Ubillus Marqués de Villarocha; quien contrae matrimonio con doña Isidora Sánchez de Orellana y Rada Marquesa de Solanda, dejándole en herencia a su hijo Don Felipe Carcelén y Sánchez de Orellana Marques de Solanda y Villarocha, a su muerte en 1823 le hereda a su hija Mariana Carcelén y Larrea Marquesa de Solanda y Villarocha.

En enero de 1828 el Mariscal Antonio José de Sucre que se encuentra ejerciendo la presidencia en el Alto Perú Republica de Bolivia, mediante carta a su apoderado y amigo en Quito el General Vicente Aguirre dispone la compra de una casa para constituir en ella su hogar con la futura esposa Doña Mariana Carcelén y Larrea. Por lo que se adquiere esta propiedad en 24.000 pesos, la misma que fue decorada de acuerdo al buen gusto del Mariscal Sucre, a cargo de su apoderado.

El 20 de abril de 1828 en los amplios salones de la casa, se realizó una reunión social por el matrimonio por poder del Mariscal Antonio José de Sucre con Mariana Carcelén, siendo representado por el General Vicente Aguirre, y contando con la asistencia de lo más distinguido de la sociedad quiteña.

El 30 de septiembre de 1828, llega el Mariscal a su hogar, al cabo de diez meses de feliz vida conyugal nació su hija Teresita Sucre Carcelén.

El Mariscal Sucre antes de salir al Congreso Admirable en Bogotá, el 10 de noviembre de 1829 en Quito, manifiesta en su testamento que si el muere, la casa quedaría en manos de su hija Teresita Sucre Carcelén; y si ella muriese pasaría a manos de su madre Doña Mariana Carcelén y Larrea.

En su retorno a Quito el Mariscal Antonio José de Sucre muere cruelmente asesinado el 4 de junio de 1830 en Berruecos Colombia.

Doña Mariana Carcelén y Larrea luego de un año un mes y doce días, contrae nupcias con el General Colombiano Isidoro Barriga López, con quien tuvo un hijo llamado Luis Felipe Barriga Carcelén.

El 15 de noviembre de 1831 fallece la niña Teresita Sucre Carcelén a causa de fiebre intestinal (escarlatina).

En 1861, la casa pasó a poder de Luis Felipe Barriga Carcelén, quien contrajo matrimonio con Josefina Flores Jijón, la misma que por su mala situación económica se ve obligada a dividir la casa en tres partes. 

El 23 de diciembre de 1970 la Honorable Junta de Defensa Nacional adquiere la casa a Doña Carmela Barba Gómez de la Torre en 3 millones de sucres en los Gobiernos del Doctor José María Velasco Ibarra y del General Guillermo Rodríguez Lara.

En 1972 se inicia la restauración de la casa a cargo del arquitecto Andrés Peñaherrera Matheus, quien luego de una minuciosa investigación interpreto las cartas dirigidas por Sucre, al General Aguirre en las que instruía sobre los arreglos que debía realizarse en esta residencia.

El 24 de mayo de 1977, el Gobierno Militar mediante decreto ejecutivo crea el Museo Matriz Casa de Sucre, con el propósito de mantener viva la imagen del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José De Sucre.

El 24 de mayo de 1978 bajo la dirección del General Julio Orellana, en acto solemne se funda el Museo Casa De Sucre.

En el museo podemos encontrar el patio central de estilo andaluz, en los dos pisos de la casa existen dieciséis estancias abiertas al público, y otras tantas que sirven como bodegas del museo, salas de restauración y oficinas. Originalmente el primer piso estaba destinado a las cocheras, bodegas y habitaciones de los empleados, mientras que el segundo nivel era de uso exclusivo de la familia.

La entrada principal presenta piso de piedra de canto rodado, decorado con huesos de res y que en conjunto con la pila del patio interior forman una simetría perfecta, algo típico en las casas de estilo andaluz. La fuente de piedra andesita fue añadida nuevamente en la restauración del 2008, y corresponde exactamente a los planes de decoración del inmueble que el mariscal Sucre había señalado en un epistolario cuando adquirió la casa; se encuentra coronada por cuatro sapos que señalan con exactitud los cuatro puntos cardinales, se dice que la marquesa de Solanda solía lanzar monedas desde el segundo piso pidiendo deseos, por lo que además de ser conocida comoFuente de los Sapos es también llamada Fuente de los Deseos.

El patio posterior, también conocido como Patio de Servicio, era usado por los empleados para comunicarse entre pisos sin ser vistos por la familia ni los invitados en ocasiones especiales. Las barandas que se exhiben son originales de la época, al igual que los faroles que iluminaban el tránsito por las noches. La escalera de madera fue sustituida por una de hormigón en la remodelación de la década de 1970, sobre todo por razones de seguridad, pues la original estaba muy deteriorada al haber estado a la intemperie por más de un siglo.

En el primer piso el recorrido empieza en el Estudio, una sala dedicada a la vida del Gran Mariscal y su esposa. Se exhiben objetos personales de la apareja, como el escritorio de madera de capulí, un traje francés de frac con bastón de bambú, pañoletas de Manila y carteras. La Sala de los Próceres cuenta con varias pinturas de héroes de la independencia ecuatoriana firmadas por varios artistas nacionales de renombre a mediados del siglo XX. Las antiguas cocheras fueron convertidas en el Salón Auditorio, decorado con pinturas del siglo XIX que representan a Sucre y a Bolívar.

La Sala de Batallas exhibe croquis y pinturas de las batallas en las que participó Sucre durante la campaña libertaria del Departamento del Sur de la Gran Colombia. La Sala de Armas, originalmente habitaciones de los sirvientes, es el sitio donde se exhiben las espadas, machetes curvos, bayonetas, sables, carabinas y demás armas de la época de la independencia del Ecuador. La Sala de Arneses, ubicada en el Patio de Servicio, mantiene el uso que se le daba en la época para guardar las sillas de montar, marcador de ganado, cepillos para el pelaje, estribos y arneses.

En la planta alta podemos encontrar la Sala de Visitas, lugar en el que la pareja recibía a sus amigos más allegados. Se encuentra adornada con óleos de los pintores Salguero y Delgado, entre los que destaca uno de Manuela Sáenz siendo coronada con laureles por Simón Bolívar, y uno de gran tamaño que representa al mariscal Sucre sobre un corcel blanco tras el triunfo en la batalla de Ayacucho. El Salón Principal, que al encontrarse en plena esquina de los corredores oriental y norte presenta una curiosa forma de "L", era el centro mismo de la vida social de la casa, pues albergaba dos saletas en cada extremo y una mesa de juegos en la sección central. El Oratorio está presidido por varias imágenes religiosas de la escuela quiteña, relicarios originales fabricados en madera y cuero, así como instrumentos musicales como una guitarra y un arpa.

La Alcoba perteneció originalmente a la hermana menor de Mariana, doña María Manuela Carcelén, que vivió con la marquesa después de que su matrimonio con el marqués de San José fue anulado por El Vaticano. En ella se pueden encontrar elementos propios de las recámaras de la época; pero el detalle que más destaca en esta habitación es el hecho de una de sus paredes era movible, pensado en los diseños del mariscal Sucre para poder agrandar o achicar la pieza de acuerdo a las necesidades de espacio en las estancias contiguas.
El Comedor es una representación del original, e incluye mobiliario de acuerdo a la usanza de la época entre los que destaca el mueble que se usaba para guardar la costosa vajilla de porcelana italiana y la cristalería francesa que la marquesa de Solanda había heredado de su abuela materna. En una pequeña estancia comunicada directamente con la cocina del segundo piso, se encuentra un espacio conocido como El Repostero; lugar que era usado de manera íntima por la familia para servirse los desayunos, así como el chocolate de la tarde acompañado de pastelería recién horneada.