jueves, 7 de mayo de 2015

Museos de Quito

QUITO 


San Francisco de Quito, capital de la República del Ecuador, con 1 630 637 habitantes, es la segunda ciudad mas poblada del Ecuador. Primera ciudad declarada, junto a Cracovia en Polonia, como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, el  18 de septiembre de 1978. Posee el centro histórico más grande, menos alterado y el mejor preservado de América.

MUSEOS DE QUITO 



Un museo es una institución pública o privada, permanente, con o sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo. Abierta al público, adquiere, conserva, investiga, comunica y expone o exhibe, con propósitos de estudio y educación colecciones de arte, científicas, etc. Los museos exhiben colecciones, conjuntos de objetos e información que reflejan algún aspecto de la existencia humana o su entorno. 

El Sistema Metropolitano de Museos y Centros Culturales está conformado por 61 museos clasificados en 11 subtipos, los mismos que están incluidos y pertenecen a la Red de Museos Nacionales.


CLASIFICACION




Museo Convento Carmen Alto

Museo Convento Carmen Alto 


DIRECCION:  Garcia Moreno y Vicente Rocafuerte junto al Arco de la Reina

HORARIOS DE ATENCION:  Miercoles a Domingo 9:30 a 17:30

COSTO:  Adulto $ 3.00, estudiantes con carnet $2.00, niños y tercera edad: $1.00, recorridos en ingles: $4.00, personas con discapacidad e infantes: gratis


El convento de El Carmen Alto o Carmen de San José de Quito,  es una obra que contiene admirables acabados y una historia conmovedora.

Fue fundado el 4 de febrero de 1653 , El Carmen Alto pertenece a las monjas carmelitas de claustro . Las religiosas mantienen una vida austera y de estricta entrega. Como penitencia, practicaban la flagelación utilizando varios objetos. En la actualidad solo se les permite salir del convento en casos de suma importancia. La construcción de este convento estuvo a cargo de Marcos Guerra, un jesuita quien fue su consejero espiritual ; y fue levantado en terrenos donde vivió la primera santa católica del Ecuador, Mariana de Jesús.

Mariana de Jesús  Paredes y Flores y Granoblés , nació en Quito (Ecuador) el 31 de octubre de 1618, era Hija del capitán español Jerónimo de Paredes y Flores y de la noble Mariana Jaramillo. Antes de cumplir los siete años se quedó huérfana y pasó a encargarse de su educación una de sus siete hermanas, Jerónima, esposa del capitán Cosme de Miranda. Se la conoce como  "La Azucena de Quito" porque en una enfermedad le hicieron una sangría y la muchacha de servicio echó en una matera la sangre que le había sacado a Mariana, y en esa matera nació una Azucena. Con esa flor se la representa iconográficamente en los cuadros.

En 1645 hubo en Quito un gran terremoto, que causó muchas muertes por una terrible epidemia, que tenía aterrorizada a la ciudad. Un Padre Jesuita dijo en un sermón: "Dios mío: Yo te ofrezco mi vida para que se acaben los terremotos". Pero Mariana exclamó: "No, Señor. La vida de este sacerdote es necesaria para salvar muchas almas. En cambio yo no soy necesaria,te ofrezco mi vida para que cesen esos terremotos" La gente se admiró de esto, y aquella misma mañana ella empezó a sentirse muy enferma, y murió el 26 de Mayo de 1645 a los apenas 26 años y medio de edad. Dios le tomó la palabra y ya no se repitieron los terremotos y no murió más gente por ese mal. Por eso el Congreso del Ecuador le dio en 1946 el título de "Heroína de la Patria". Fue beatificada por el Papa Pío IX el 20 de noviembre de 1853 y canonizada por Pío XII, el 4 de junio de 1950. Su festividad se conmemora el 26 de Mayo.

Santa Marianita de Jesús fue muy conocida por sus prácticas de autoflagelación y por aseverar que no serían los terremotos que acabarían con Quito y Ecuador, sino los malos gobiernos.

El museo fue reabierto en diciembre del 2013 después de 360 años. Está conformado por 400 obras de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, entre óleos, tallas, orfebrería y objetos de su cotidianidad.

Las dos habitaciones de la fábrica de vino se hallan en un nivel más alto del jardín principal y huelen a caramelo. Las botellas etiquetadas sirven para las misas de varios templos quiteños, en especial los del centro, y para el público.

En 25 grandes barriles de roble se fermenta el vino cuyo ingrediente principal son pequeñas pasas importadas de Chile. Es delicioso por el sabor dulce de la pasa y un tenue sabor a madera.

Otro jardín, cercano a la huerta. En una esquina se aprecia una estatua de Santa Mariana llevando una azucena en sus manos. Atrás, el escudo nacional las celdas, la capilla, la bodega, en la que decenas de óleos coloniales han sido restaurados, se suceden por este claustro que encanta porque parece una casona solariega de paz y trabajo.

Marianita de Jesús donó la vivienda a la orden de las Carmelitas Descalzas, con el apoyo de su hermana mayor, doña Jerónima.



Museo Fray Pedro Bedon

Museo Fray Pedro Bedon 


Museo Fray Pedro Bedon



Dirección: Entre Rocafuerte N2-06 y Bolívar

Horarios: Lunes a Viernes de 9h00 a 13h30 y de 14h30 a 16h30 Sábados 9h00 a 14h00

Costo: Adulto Extranjero: 2,00 Niño, tercera edad y estudiantes extranjero: 1,00 Adulto Nacional : 1,00 Estudiante, escuela, niños y Tercera edad: 0,50

El convento de Santo Domingo fue fundado en el año de 1541; es considerado el segundo monasterio más antiguo en la historia de Quito. Posee seis retablos y seis patios, los cuales se convirtieron en cuarteles militares durante la Revolución Liberal.

El museo dominico fue inaugurado el 6 de Noviembre de 1965. Su creación se da en dos etapas; la primera se forma gracias a la iniciativa del padre José María Vargas, quien tomó a su responsabilidad el abrir al público un espacio en el cual este pudiera apreciar invaluable imaginería religiosa que cumplía y cumple aún, con el objetivo de evangelizar al pueblo; el padre Vargas tiene el mérito de recolectar y organizar un gran acervo de pinturas y esculturas de los siglos XVI y XVII que hasta ese momento se hallaban dispersas por cada rincón del convento. Se contaba además, con el apoyo del padre Luís Tipán Rojas, por aquel entonces Prior del Convento Máximo, con cuya ayuda se organizó las obras en un sitio que servía de sala de exposición, con miras de erigir un museo. Por último contribuyó con la obra el padre Gonzalo Valdivieso E., en la segunda etapa de creación del museo, quien en representación y a nombre de la Orden de Predicadores de Santo Domingo contribuyó con la obra haciendo intervenciones por cuenta propia en diversas partes del convento.

El Museo Dominicano se encuentra divido en tres salas, y el Refectorio, las cuales poseen una gran variedad de obras tanto en pintura como en escultura.
  • PRIMERA SALA:
Esta sala describe los inicios del convento de Santo Domingo, muestra esculturas de sus dos fundadores, San Francisco y Santo Domingo. Dichas esculturas están elaboradas con la técnica del encolado, fueron elaboradas por Francisco Albán. También encontramos una escultura de Santo Domingo de Guzmán, realizada por Bernardo de Legarda, un gran maestro de la Escuela Quiteña. Todas estas obras de arte datan del siglo XVIII.
  • SEGUNDA SALA: 
En esta sala encontramos varias esculturas que poseen ojos de vidrio, fueron talladas en madera y cubiertas con pan de oro.  Podremos observar obras del siglo XIX, conocido como la etapa de la decadencia de la Escuela Quiteña ya que ocurrió la independencia y todo el presupuesto fue utilizado para la guerra. Una pieza que muestra la decadencia es la de San Pedro Mártir; es una obra simple que posee un tallado rústico.
  • TERCERA SALA: 
 En esta sala se encuentran varias obras que fueron realizadas por Fray Pedro Bedón se convirtió en el padre de la escuela de arte en Quito, fue considerado como el primer pintor muralista.. Entre sus trabajos más importantes encontramos: los Libros Corales que poseen una decoración vegetal y pasta de cuero,fueron elaborados en el año de 1688. Se puede observar cuadros de Miguel de Santiago como La Trinidad, también la escultura más destacada de Bernardo de Legarda, la Virgen de Quito.
REFECTORIO:


Es el lugar donde antiguamente los sacerdotes se reunían a comer. El techo es de madera y se lo denomina Artesonado, posee pinturas que revelan la vida de Santa Catalina de Siena. Alrededor de estas pinturas se encuentran los 54 mártires que murieron por tratar de evangelizar y difundir su religión en diferentes partes del mundo. Encontramos también un púlpito que lo utilizaban para leer la Biblia mientras los demás comían, se decía que “mientras comía el cuerpo, el espíritu también lo hacía”.Una hermosa sillería compuesta por altos relieves que fueron elaborados en el siglo XVI.

En los corredores de este gran convento encontramos obras de: Víctor Mideros, Fray Enrique Mideros. Una de las obras más importantes de Fray Enrique es Jesús Obrero, la cual representa la unión del comercio entre las regiones del Ecuador.

Museo Fray Antonio Rodríguez

Museo Fray Antonio Rodríguez


DIRECCIÓN :  Plaza de Guápulo Nº 27138 y Leonidas Plaza

HORARIOS  DE ATENCIÓN : Lunes a Viernes 08:00 – 12:00 y 15:00 – 17:00

Entrada Gratuita






La actual parroquia de Guápulo en Quito tiene una larga historia que se remota a la época preincásica, cuando era un importante paso comercial.

La construcción inicial constituyó un pequeño templo de adobe, en 1587. 

En 1595, el obispo Luis López  Solís edificó una segunda capilla. La primera imagen que llegó hasta allí fue la  de la Virgen de Guadalupe. La pintura fue obsequiada por el rey Carlos V a los  primeros españoles que poblaron Quito. “El cuadro recorrió las calles de  Guápulo, en el siglo XVII, en manos del párroco José de Herrera y Cevallos. El  objetivo fue recolectar dinero para la tercera construcción del templo que se  produjo entre los años 1649 y 1693”, dice Asimbay. El padre franciscano Fray Antonio Rodríguez se encargó de la edificación definitiva. Él también construyó  los conventos de Santo Domingo, Santa Clara. 

En esos años, los moradores indígenas de Guápulo y las élites quiteñas adoraban a la pintura de la Virgen. Sin embargo, sintieron la necesidad de tener una figura  tridimensional para rendirle culto. Así se encargó al artista español Diego de  Robles la creación de la Virgen cincelada en madera. Él cinceló tres figuras: la  Virgen del Guápulo (Guadalupe), El Quinche y El Cisne. La de Guápulo fue adorada por los quiteños, que hacían peregrinajes en su honor.  

La figura principal que los fieles veneran actualmente en el retablo mayor no es la de Robles. En 1839 se produjo un incendio que destruyó parte del templo y consumió a la Virgen. En 1953, el artista ibarreño Montesdeoca talló la imagen que se venera.  Otro tesoro de la iglesia, que tiene decoraciones en alto relieve de estilo árabe, es el púlpito. Fue tallado en madera de cedro en el siglo XVIII, por el indígena Juan Bautista Menacho. Se destaca por estar empotrado a la columna y no tener anclaje en el piso, dice Celi. Contiene siete nichos, en los cuales hay imágenes de santos franciscanos. Entre ellos, San Pedro y San Ignacio de Loyola. 

El Fonsal restaura la cúpula, su pintura original es un sol que representa al dios indígena. Junto a la iglesia está el convento, edificado en 1936, que fue colegio franciscano hasta 1970 y ahora alberga a la Universidad SEK. 

El museo que está ubicado y funciona a un lado de este hermoso templo ,exhibe 12 lienzos del gran maestro Miguel de Santiago obras entre las cuales se destacan “La Inmaculada” realizada en el siglo XVII y no podemos dejar de mencionar una de sus más relevantes colecciones como “Los Milagros de la Virgen de Guápulo”.Además están las imponentes obras de Diego de Robles , Nicolás Javier Goríbar , Juan Bautista Menacho ,y el infaltable maestro Manuel Chili más conocido como Caspicara.

La obras más antigua que se encuentra en el museo es un cuadro del siglo XVI  de autor anónimo , que hace referencia a la Virgen de Guadalupe de España ,esta obra fue enviada a Quito por el rey Carlos V desde Europa .

Muchas otras magníficas obras se encuentran en el museo pero la gran mayoría de ellas están deterioradas.La notable acústica del Santuario lo convierte en un espacio solicitado para conciertos y eventos.


Museo Monacal de Santa Catalina de Siena

Museo Monacal de Santa Catalina de Siena



DIRECCIÓN: Espejo y Flores (Esquina)

HORARIOS DE ATENCIÓN: Lunes a Viernes 08:30 – 17:00 , Sábados 08:30 – 12:30.

COSTO:  Adultos 1.50 , Universitarios 1.00 , Niños 0.60 .



En sus inicios, el monasterio se ubicó en una casa comprada a don Antonio del Canal, un solar entre las plazas de San Francisco y Santa Clara. El traslado definitivo, al actual solar, se efectuó el 7 de julio de 1613. 

Los muros de este monasterio son testigos de episodios históricos. La edificación fue hecha sobre las ruinas del templo incaico dedicado a las vestales de las Vírgenes del Sol.
Ahí encontró refugio Manuelita Sáenz, el Dr. José de Ascásubi, Prócer de la Independencia; también, los restos mortales del ex presidente Gabriel García Moreno permanecieron escondidos durante años. 

El monasterio ocupa las tres cuartas partes de la manzana, en el barrio de San Marcos, un área de 8500 metros, circundada por las calles Espejo al norte, Flores al oeste, Montúfar al este y Junín al sur. 

Alrededor del jardín principal están dispuestos los claustros conectados a las habitaciones de cada religiosa. 

Una sección está dedicada a oficinas administrativas, en otra hacen manualidades, elaboran hostias, preparan algunos productos naturales  medicinales. Las religiosas emplean su tiempo entre orar y trabajar; pero  también estudian, producen manualidades, artesanías, vinos (el de consagrar) y golosinas. 

La construcción de la edificación de la iglesia se inició en los primeros años del  siglo XVII, en sentido longitudinal, norte-sur, paralelo a las calles Flores y  Montúfar. El ingreso principal es por la calle Espejo (norte); de estilo Ecléctico-Neoclásico con elementos añadidos debido a sus múltiples restauraciones. La fachada presenta dos pares de columnas toscanas que enmarcan los costados de la puerta de madera con adornos en alto relieve, a la vez, erigida con un arco de medio punto. 

El frontón triangular, muy visible, en la parte superior, apunta hacia el cielo, ahí  está colocada una Custodia engalanada por dos torres del campanario. 
El ingreso secundario, en la calle Flores, tiene un dintel construido en piedra y en la puerta se encuentra una imagen del Señor de la Misericordia. A los costados de la puerta están colocadas dos columnas corintias.   

En un segundo cuerpo, hacia la calle Flores, arriba, están seis ventanas en arcos de medio punto, facilitan la claridad hacia el interior del templo. 

En la esquina norte, fue levantada una capilla dedicada a la Virgen del Rosario,  edificada con apoyo del prócer quiteño don José AscásubiMateu, en agradecimiento, por el milagro de salvar su vida y no morir asesinado el 2 de agosto de 1810. 

El interior del templo tiene una sola nave. El altar mayor está adornado con un Cristo, escultura del siglo XVI, colocado dentro del Baldaquino clásico, (dosel o palio), sostenido por pilares, que cobija al altar; se halla conformado por  cuatro pares de columnas jónicas doradas en pan de oro.   

En los costados permanecen dos pinturas en lienzos de gran tamaño con epístolas del Antiguo Testamento cuyos autores son anónimos. Hay siete retablos, dos se conservan en piedra; los demás están dedicados a la Virgen del Rosario, Santa Catalina de Siena, San Vicente Ferrer, San José, el Calvario, Santo Domingo y Corazón de Jesús. 

En el costado sur-occidental se puede observar una fosa, en aquel sitio permanecieron escondidos los restos del ex presidente Gabriel García Moreno. 
El museo monacal fusiona arte, historia, leyenda y el carácter evangelizador de cada lienzo y escultura. Está junto a la iglesia, tiene un ingreso especial, por el lado izquierdo, lugar en el que se compran los jarabes y las hostias. Las obras como esculturas, lienzos, textiles, platería y otros bienes conservan las características de la Escuela Quiteña, se las exhiben en seis salas y en dos pasillos. Los visitantes pueden ingresar previa cita y pago de ingreso. Mientras dura el recorrido se respira un ambiente de paz, estudio, meditación y oración. Cada sala tiene su especificidad, así: múltiple, de restos, nacimiento-pasión-muerte – resurrección de Jesús, advocaciones de la Virgen María, esculturas, historia de la Orden de los Predicadores, orfebrería y textiles. 

Actualmente, veinte religiosas se dedican a elaborar dichas pócimas curativas, como un servicio a la comunidad. Con la venta, las religiosas logran financiar el sustento diario. Cada producto es cuidadosamente tratado, envasado y entregado con el  propósito de curar dolencias. El ajo es utilizado para mejorar problemas pulmonares; la alcachofa, ayuda a controlar el colesterol; la alfalfa, cura la anemia; los berros, son utilizados contra los parásitos; la cebolla, combate el asma; la malva, esempleada en el tratamiento de la celulitis; el matico para curar úlceras. 

Entre las cremas están: antiarrugas, limpiadoras, nutritivas. En aceites: el capilar, para aliviar dolores musculares, reumáticos y caída del cabello. Entre los vinos: el de romero, para el control de la hipotensión; de uva, para consagrar y combatir la anemia.

En el convento es importante mencionar existe una banca en la que se dice que las mujeres a las que se les dificulta quedar embarazada deben sentarse y rezar una oración a Santa Catalina y quedarian embarazas.